sábado, 3 de enero de 2009

Palestina como IraK




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La Jornada

■ Perecen tres niños durante incursiones de Tel Aviv en la localidad de Jan Yunes
Bombardea Israel un invernadero, un templo y casas de 15 líderes de Hamas
■ El saldo de muertos llega ya a 432 y una cuarta parte son civiles, según balance de Naciones Unidas
■ Los heridos son 2 mil 200; de ellos, 380 se debaten entre la vida y la muerte: Ministerio de Salud
The Independent, Reuters, Dpa y Afp

Un palestino de Gaza despide a su hija muerta por los bombardeos israelíes, ayer durante el funeral en la iglesia cristiana de Deir al-Laten Foto: Reuters
Gaza, 2 de enero. La destrucción de las viviendas de 15 dirigentes del movimiento de resistencia islámica Hamas, de un templo musulmán en Jabaliya, de un invernadero para producir alimentos al sur de ciudad de Gaza y de una calle de la localidad de Jan Yunes, donde murieron tres niños, fue el resultado principal del séptimo día de bombardeos israelíes sobre la franja de Gaza, por tierra y mar, de día y de noche.
En este viernes habitualmente dedicado por los musulmanes a la oración y el descanso, el saldo de muertos desde el 27 de diciembre llegó a 432, una cuarta parte de los cuales son civiles, según un balance de Naciones Unidas.
Por lo que toca a los heridos, el Ministerio de Salud palestino dio a conocer que la cifra llegó a 2 mil 200, de los cuales 380 se debaten entre la vida y la muerte.
Nuevamente los ataques israelíes incluyeron disparos desde buques encallados en aguas del Mediterráneo, para cerrar el círculo del bloqueo que las Fuerzas de Defensa de Israel han mantenido por años a ese territorio palestino.
Y una vez más, cazabombarderos F-16 soltaron bombas sobre las ciudades de Gaza y Rafah, además de Jan Yunes –en el centro de la franja– y del campo de refugiados de Jabaliya, donde fue destrozada la novena mezquita en siete días de ofensiva.
Todavía por la noche, la aviación cerró sus actividades de hoy con disparos a una casa en la localidad de Beit Lahiya, en el norte de la franja de Gaza, que causó la muerte a un hombre que no fue identificado como miliciano.
Un portavoz militar consultado por Dpa, que no dio cargo ni nombre, aseguró que en siete días de ofensiva la cantidad de proyectiles lanzados sobre la franja de Gaza llega a 700, no obstante que los reportes cotidianos han estado alrededor del medio centenar y hoy la cifra oficial fue de 20.
Tropas, decenas de tanques y vehículos armados permanecían en espera de una orden para comenzar la ofensiva terrestre que, según reportes de la prensa de Israel con base en fuentes militares de ese país, se ha retrasado por el mal estado del tiempo.

***

Se rompió el silencio, el sol no volvió a brillar, solo el cielo abrió sus destinos y con un beso de muerte cubrió la tierra. Las almas sollozaron y las lágrimas rodaron sobre las mejillas. El imperio de la impotencia reina ante la estela de frustración y soledad.
Solo la muerte persigue tenazmente las nubes, y se eleva, cae, sobre los campos y ciudades, sobre los anhelos, sobre los sentimientos, la esperanza, sobre el patriotismo en un destino que se dirige hacia su fin.
Del profundo azul cae la desgracia, las familias mueren y el ambiente se llena de humo y dolor. Los lamentos coronan los oídos, mientras los niños ya no juegan en los campos, en la tierra las canicas están abandonadas buscando un hoyo que no alcanzaron a encontrar.
La muerte permea su silencio y la alegría de quienes besan su esperanza en un hilo, que se trenza en un papel. Porque así es la muerte; un ojo, una nariz, una sonrisa para justificarse como un recuerdo extendido en el suelo de enredaderas que abrazan y asfixian en marc
has de tanques y balas.
La ambición nuevamente triunfa. El sometimiento es completo, la dignidad pisoteada. Los Ángeles pequeños como bebes caen abatidos bajo el fuego del bombardeo. Y los desvalidos los desamparados sangran en ese rojo mártir que los intereses económicos y la ambición de poder han disfrutado.
El crimen tolerado por todos, como un derecho de quien ejerce el poder. De los ricos, de los poderosos de los capitalistas, los dueños de vidas y destinos, de los dueños de vidas y destinos, de los que someten voluntades y mancillan dignidades. El crimen justificado en defensa de una sociedad idiotizada, perdida entre figuras electrónicas y un consumismo feroz, donde el juicio individual se encuentra perdido.
Gente llorando, sus familias muertas, las sonrisas de los niños son solo un recuerdo entre lágrimas y angustias, y brazos extendidos al aire...
La dignidad humana pisoteada y rendida al poder económico, mientras la justicia solo pasa a ser un tópico de discusión para los cafés y centros de reunión donde se ven pasar los acontecimientos con una justa indignación, pero sin levantar un dedo por una justicia social más equitativa.
La noche llega cubriendo con su manto los lamentos y las lagrimas, solo el recuerdo de los que no alcanzaron a florecer dejando a quienes los sobrevivimos un amargo sabor a impotencia e inutilidad.



Si la muerte pisara mi huerto

Soñaría con el más profundo cielo
Tocaría con la punta de mis dedos el mar
Aspiraría todo el aire que el mundo me pudiera dar.

Si la muerte pisara mi huerto
Contemplaría todo el verde de mi naturaleza
Me abrazaría al sereno calor de mi sol
Recibiría todo el amor que me pudieras dar

Si la muerte pisara mi huerto
Tomaría la sonrisa de los pequeños de la tierra
Toda la bondad de mis semejantes
Y la mirada tierna del amor

Si la muerte pisara mi huerto
En un último suspiro
Extinguiría el anhelo de guerra
E irme a un lugar mejor.

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