En la brisa fresca del mañana
besare la
eternidad de tu momento
deslizando mi voz
hacia el sustento
del viento en que
se mesa la caña
Por la pureza del
blanco sudario
serás el infinito
que en silencio
llevaras en el
santo rosario
mis siglos de hoy
de este momento
Cuatro estrellas
flanquean tu reposo
en solemne
homenaje a tu belleza
y las flores
enmarcan con tristezas
tus ayeres de
marcado gozo
Y en la huella de
una lagrima tardía
tu serás mi
sostén, mi bien amada
esperando de tu
luz el nuevo día
que animara mi
alma ya cansada
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